Fecha
Siglo XVI
Descripción
Edificio barroco de una sola nave y dos capillas laterales que se le añadieron posteriormente. En la de la derecha (respecto al altar) se dispone un alto cimborrio de planta octogonal, en el que se abren vanos de forma ovalada. Se decora con cerámica con predominio de tonos verdes y azules. Además aparece la imagen del Cristo Yacente, acogida por un gran nicho-hornacina enmarcado por una sucesión de arcos de medio punto en degradación como si de una portada se tratase.
En la capilla izquierda se puede ver una cúpula con llamativas pinturas en las que se representan ocho grandes figuras de ángeles portantes de elementos alusivos a la Pasión. Además, y sobre la propia roca, se sitúa la imagen de la Piedad.
El acceso a ambas capillas se hace por medio de un sencillo arco de medio punto definido por grandes dovelas; sobre él, se dispone una gran espadaña decorada con motivos en ladrillo.
La ermita fue objeto de dos importantes remodelaciones que la transformaron profundamente: la primera en el siglo XIX, tras las guerras carlistas; y la segunda, tras la guerra civil.
Forma conjunto con el Vía Crucis o Calvario, y la cercana y pequeña ermita de San Juan. Detrás del Calvario se conserva, la casa del ermitaño restaurada en el 2016.
Historia
El historiador Fray Alberto Roque Fací, en 1737, escribía: Cercano à la Villa de Alcorisa se eleva un Monte, muy semejante al del Calvario de la Santa Ciudad de Jesusalèn, adornado de varios arbolessylvestres, y muy apto para la contemplacion de la Passion de Christo N. Redemptor, para cuyo efecto, dedicò, y consagrò este sitio, la devocion con las Santa Cruces, y Estaciones del Santo Calvario, fabricando en el lugar de cada una de estas, una devota Capilla: à todas corona la mayor, situada en la cumbre de aquel Monte feliz, tan hermosa, y Magnifica, que podia ser Parroquial de un Pueblo crecido: llamase el Santo Sepulcro, por venerarse en ella desde tiempo immemorial la SS. y devota Imagen de Christo N. Señor puesto en el Sepulcro”.
En el siglo XVI, se concede permiso para construir la ermita del Sepulcro en el “monte calvario o del santo crucifijo”. De extraordinario valor es la construcción de esta ermita, y es que en España, este culto está relacionado con la Orden militar del Santo Sepulcro, que extendió sus iglesias y centros conventuales por Castilla y especialmente por Aragón, donde recibió bienes en varias localidades tras la muerte de Alfonso I el Batallador. La originalidad de la ermita consistió en haber sido instalada en la cima de un monte, que según consta en una baldosa del pavimento, se terminó de edificar en 1568. A la fiesta de inauguración, dos años después, acudió gente de toda la comarca y parece que se convirtió en un foco de peregrinación que pudo incitar a otros pueblos a construir templos semejantes
Se tiene constancia que D. Hernando de Aragón, arzobispo de Zaragoza, concedió licencia al párroco de Alcorisa, Mosen Miguel Moliner, para hacer la capilla del Santo Sepulcro el 23 de julio de 1570. Una obra que costó 2000 escudos además de la aportación voluntaria del pueblo.
Según el “Manuscrito de Memorias antiguas de Alcorisa”, los antiguos moradores de la villa asignaron para día de su fiesta solemne el de la Exaltación de la Santa Cruz, obligándose con voto a subir todos los años en devota procesión a la ermita. Pero en otras circunstancias bajarían en procesión la imagen del Sepulcro hasta la parroquia. Así se hizo en 1685 con motivo de la plaga de langosta que afectó al pueblo. La villa logró librarse de dicha plaga, por lo que se renovó el voto de hacer fiesta el 14 de septiembre y subir en procesión hasta el Santo Sepulcro.
Hoy los alcorisanos celebran su día grande el 15 de septiembre cuando, como en siglos atrás, se sube en procesión hasta la ermita donde se celebra una eucaristía.