Fecha
1712-1715
Descripción
Forma conjunto con la ermita del Santo Sepulcro o del Calvario que se disponen al final del recorrido, en la cima de la colina.
Parte de un punto próximo al templo parroquial, de la parte posterior del mismo.
Se trata del Vía Crucis más antiguo de la Comarca del Bajo Aragón y uno de los primeros en España, y se asemeja mucho al de Jerusalén. Lo normal son calvarios de 12 estaciones, pero éste tiene 14. Desde el momento de su construcción se puede decir que se convirtió en modelo, construyéndose desde entonces calvarios de 14 estaciones.
Sus estaciones se singularizan con peirones y con capillas. En este caso el inicio del recorrido se marca con dos peirones (uno a cada lado del camino) dedicados a San Sebastián y San Pascual. A continuación ya se señalizan las primeras estaciones con peirones alusivos a ellas. La sexta está indicada con una sencilla capilla de planta cuadrada y con cubierta de teja a cuatro vertientes. En su frente, en una pequeña hornacina flanqueada por pilastras, se incluye el mural cerámico con la escena relativa a esta estación. Prosigue el calvario con peirones para definir las siguientes estaciones.
Los peirones son de sección cuadrangular y remate piramidal. En la zona superior de su parte frontal muestran los pequeños murales cerámicos en los que se representan las escenas correspondientes a cada una de las estaciones, restaurados en 2015.. Estos peirones y los cipreses que jalonan el camino marcan el ritmo ascendente del recorrido que concluye en la ermita del San Sepulcro o del Calvario.
Tiene un gran valor paisajístico, de ahí que sea el escenario natural en el que cada Viernes Santo, desde 1978, los alcorisanos representan las últimas horas de Cristo, en el acto conocido como Drama de la Cruz.
Historia
El padre Faci a mediados del siglo XVIII, en su obra Aragon, reyno de Christo.. se refiere a este calvario y precisa que era “muy semejante al del Calvario de la Santa Ciudad de Jersalèn, adornado de varios arbolessylvestres, y muy apto para la contemplacion de la Passion de Christo N. Redemptor, para cuyo efecto, dedicò, y consagrò este sitio, la devocion con las Santas Cruces, y Estaciones del Santo Calvario, fabricando en el lugar de cada una de estas, una devota Capilla..., “Más adelante Madoz recogía: “Es uno de los mejores que hay por todo aquel país, tan abundante en este género de monumentos”
El sacerdote Cesáreo Gil Atrio, en cuanto al diseño del recorrido decía que podía proceder de principios del XVII, proponiendo el intervalo 1612-1615. En esos años el fraile franciscano Miguel Pariente, de misión en la localidad, solicitó una reliquia de la verdadera cruz a un colegio de Valencia, hecho que denotaría el ambiente de devoción a la Pasión que acompaña a la colocación de los vía crucis, y es que además de las catorce estaciones tiene asimismo ViaMatrisDolorosae, con los siete Dolores de la Virgen.
Este mismo sacerdote estudió los orígenes del vía crucis, defendía que el de Alcorisa puede ser el más antiguo que se conoce con esta forma. Argumentaba que los aragoneses seguían la pauta de terminar en la Crucifixión (estación XII) y cuando se erigió uno de este tipo en el monte Calvario de Alcorisa, donde ya estaba construido el Santo Sepulcro en 1570, las doce se debieron unir a esta ermita “y sin más que añadir la estación XIII se convirtió en vía crucis de catorce estaciones”. Fray Antonio Daza, comisario general de la orden, pudo visitar Alcorisa durante alguna estancia en los conventos de Híjar o Alcañiz y tomarlo como modelo para escribir la citada obra.